jueves, 12 de febrero de 2009

A proposito de la pobreza y el plan de Obama

Seguramente han escuchado, hasta el hartazgo el plan de Obama. Que ha puesto 2 paquetes ya, que el secretario del tesoro, que es 1/4 del presupuesto norteamericano total, que CNN le ha hecho un especial denominado "100 días de Obama" que le hicieron un video con una canción de amor (como yo con Urrunaga, solo que el de ella fue visual), etc, etc...todos estos planes me rayan mal, pero ojo me gusta Obama. Me he subordinado a la Obamania, y además confieso que cada vez que lo veo en tele haciendo alguna obra o dando el discurso a lo Superman, me dan ganas de llorar, me conmueve mal.

Pero, no, este post no tiene nada que ver con Obama ni con su plan que raya hasta los analistas europeos porque no se entiende bien para que es cada paquete. Tiene que ver con una frase que me quedo grabada, en pleno de todo este acontecimiento: "El mundo sólo necesita US$30,000 millones de dólares anuales para erradicar la amenaza del hambre", es decir el 4% del total del primer paquete de ayuda de la economía norteamericana.

En un discurso realmente conmovedor en la apertura de la Cumbre de Roma contra la lucha del hambre del año pasado (que pueden ver en Youtube), el Director General de la FAO, Jacques Diouf, recalcó que en 2006 el mundo gastó US$1,2 billones en armamento, mientras se desperdició comida por valor de US$100,000 millones y el exceso de consumo por parte de los obesos ascendió a otros US$20,000 millones a nivel mundial.

Mientras, todos escuchaban el discurso de reclamo, Diouf soltó la frase mortal: “Frente a este telón de fondo, ¿como explicamos a personas con sentido común y buena fe que no es posible encontrar US$30,000 millones al año que permitan a 862 millones de personas hambrientas disfrutar del más elemental de los derechos humanos: el derecho a la alimentación, y por tanto el derecho a la vida?, Son recursos de esta magnitud –añadió- los que permitirán enterrar de forma definitiva el espectro de los conflictos por los alimentos que se anuncian inminentes en el horizonte".

A pesar de la promesa solemne realizada durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad el número de hambrientos en el mundo para 2015, los recursos para financiar programas agrícolas en países en desarrollo no solo no han aumentado, si no que han disminuido de forma significativa en estos años. Entre 1980 y 2005, la ayuda a la agricultura cayó de US$8,000 millones de dólares en 1984 a US$3,400 millones en 2004, con una disminución en términos reales del 58%”.

En la actualidad hay 862 millones de personas en el mundo sin acceso adecuado a los alimentos, sin embargo, la presente crisis alimentaria ha ido más allá de su dimensión humanitaria tradicional ya que también ha afectado a los países desarrollados, en donde se ha disparado la inflación.

Nadie entiende, nadie ni Obama, ni Clinton, ni la ONU, ni la FAO, ni yo tampoco. No hay soluciones viables y solo promesas y gastos en otras cosas mucho mas tontas. En países desarrollados como EE.UU se crean planes y paquetes para corregir uno de los grandes errores bancarios de regulación, el descuido ha generado gula monetaria y ahora va Super Obama a rescatarlos, Obama no es solo una persona, Obama es branding, una marca. El problema es en sí politico. No es bacan corregir la inseguridad alimentaria, no es bacan porque así no tendrían excusa para hacer filantropía ni entregar nóbeles de paz. Es una cuestión de prioridades de cara a una de las más fundamentales necesidades humanas (citando a Max Neef). Y son los Gobiernos con sus decisiones, así no lo quiera el libre mercado que parece haber fracasado, los que determinan el reparto de los recursos.

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